Cuenca de nácar, tu vientre,
cántaro perfecto para mi sed.
Dame la geografía de tu centro,
dame tus jugos o moriré.
Un vendaval de deseos,
una noche en vela, buscando olvidar.
Cuando desnudas tu alma
no puedo evitar desearte aún más.
Y vuelvo a perderme en tus curvas,
y vuelvo a intentar no pensar.
Tu calidez me protege,
acomoda mi alma
y me llena de paz.
Tu Medicina - CERATI / MELERO